sábado, 7 de febrero de 2009

Redes sociales e innovación educativa

img Ángel Fidalgo, autor del blog Innovación Educativa, hace unas interesantes reflexiones sobre la innovación y las redes sociales. Siempre leo a mi amigo Ángel con enorme interés y estoy de acuerdo con él en todas sus exposiciones. Estoy seguro de que no se molestará si esta vez le llevo un poco la contraria.

En su artículo pone el ejemplo de que a todos los niños les gusta escribir en la pizarra, pero eso no quiere decir que cuando sean mayores les guste que el profesor les saque para realizar alguna tarea en ella. También pone otro ejemplo donde Bart Simpson (el famoso personaje animado) se niega a quemar sus libros, cuando todos lo hacen a petición del profesor, ya que él "no hace deberes". Más adelante hablaremos de pizarras y Bart Simpson.

Ilustraré las ideas que quiero transmitir con tres ejemplos reales, de los muchos que podría poner.

En uno de los primeros exámenes que realicé este curso, les pedí a mis alumnos que escribiesen su opinión del mismo a través del foro en el grupo que tenemos para esta clase (ahora lo hacen casi cada vez que tenemos un examen). Sorprendentemente varios me pidieron que incrementase el número de preguntas porque así, en caso de tener errores de cálculo, no les afectaba tanto en la nota. Por supuesto les hice caso ya que me pareció muy razonable. Este es un ejemplo de retroalimentación, usando como vehículo la red social, con el cual los alumnos han podido mejorar sus resultados.

Antes de las vacaciones de Navidad una alumna tuvo que operarse de un pie y estuvo sin venir a las clases durante un mes. Un día, por casualidad, nos encontramos en el chat de la red social y me pidió ejercicios de lo que estábamos haciendo en clase para no perder el hilo de la asignatura. A raíz de aquella conversación le mandé un correo a través de la red social, donde le indicaba los puntos del libro que podía consultar, los ejercicios que podía hacer en él y los ejercicios y vídeos que estaban en el foro de discusión del grupo de su clase de la red social para que trabajase durante su convalecencia. Es un ejemplo de comunicación facilitada por la red social, donde la alumna se benefició mejorando sus resultados.

Desde que empecé a usar la red social les pongo en ella todas sus notas, tanto las que tomo durante la clase como las de los exámenes, los días que han faltado a clase (con el porcentaje correspondiente al número de días total de clase) y los días que les he pedido los deberes y no los han hecho:

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Y si alguien piensa que esto es demasiado trabajo para el profesor, va muy errado. Todo el proceso se hace de forma automática con una hoja de cálculo de Google docs de dos páginas. En la primera es donde yo escribo directamente las notas y anotaciones en la clase o al corregir exámenes y en la segunda se hacen las medias y un resumen para los alumnos, que es lo que ellos ven. Yo me limito a poner una F el día que el alumno no viene, D0 si no trae los deberes, una nota cuando los saco a la pizarra o los llamo para que me enseñen en lo que están trabajando, pero nada más. De todo lo demás se encarga la hoja de cálculo que extrae sus propias conclusiones de lo que yo escribo y se encarga de publicarlo en la red social. Desde luego me lleva mucho menos tiempo que ir apuntando todo en esas libretas analógicas que venden para profesores y de las que nunca he querido saber nada.

Aclarado todo esto, sigamos con el argumento. Desde que uso este sistema de notas ellos las pueden controlar día a día. Por ejemplo, si ese día he sacado un alumno a la pizarra no verá la nota que le he puesto, pero sí podrá comprobar en que medida ha afectado a la media de todas las veces que le puesto alguna. Pues bien, este sistema también ha tenido un efecto sorprendente de forma que en bastantes ocasiones se molestan cuando no les saco a la pizarra y en muchas ocasiones nada más entrar en clase me piden que ellos quieren hacer uno de los ejercicios. En más de una ocasión he pensado que debería poner un aparato de esos para coger turno para salir a la pizarra durante la clase, como en la carnicería. No, no exagero, es exactamente así.

De todas formas esto es variable y hay cursos y alumnos mucho más motivados que otros. No podemos engañarnos, hay alumnos que apenas son receptivos a nada de todo esto e incluso cuando les hablas de la red social te miran y poniendo una entonación autosuficiente y media sonrisa, dicen "yo no me conecto a la red social". Claro que ¿alguien esperaba otra cosa? (por cierto, ayer teníamos un examen y este mismo alumno nada más entrar en clase me dijo: "uno de los ejercicios que has puesto para repasar en la red social no me ha salido", parece que Bart Simpson al final quemó su libro, aunque fue varios episodios más adelante.

Anécdotas aparte, ¿qué se ha conseguido poniendo las notas de los alumnos, junto con otra información, en la red social? Fundamentalmente un mayor conocimiento de la propia marcha del alumno que en muchas ocasiones toma la iniciativa él para mejorar sus resultados haciendo los deberes, evitando la acumulación numérica en la columna "días sin deberes" y saliendo voluntario. Cuando las ausencias superan el 25% automáticamente aparece resaltado en rojo, sé que esto les preocupa bastante a algunos (me han preguntado docenas de veces si esto afectará a su nota final), pero no sé hasta qué punto ha influido en su asistencia o no a las clases y me gustaría pensar que gracias a esto alguno de mis alumnos ha dejado de ausentarse en alguna ocasión.

Algunos pensarán que para todo esto no hace falta la red social, que usan otros sistemas con los que pueden hacer lo mismo. Estoy convencido de ello, pero las redes sociales nos ofrecen tres ventajas que, juntas, no existen en ningún otro sitio:

  • Integración "todo en uno", algo que los que usamos redes sociales nos damos cuenta desde el principio ya que se consigue una interrelación de diferentes ámbitos docentes y no docentes que no se obtienen con otros medios. Es lo que J. Carlos López-Ardao ha llamado Red social triangular.
  • Es un mecanismo muy potente, eficiente y sencillo para la comunicación entre alumnos, profesores y ambos entre sí. Hasta que no se lleva un tiempo utilizando la red uno no se hace consciente de lo fácil que puede llegar a ser ponerse en contacto con nuestra clase y nuestros alumnos en particular.
  • Herramientas para integrar nuestras clases. Son herramientas poco especializadas y generalistas, pero estoy convencido de que esto será la clave de su éxito, además, la red permite referenciar cualquier otro sistema más complejo. Como zoólogo de formación sé que en los seres vivos las vías evolutivas altamente especializadas no sobreviven a cambios importantes de su medio y que sólo las especies generalistas son capaces de adaptarse de forma realmente eficiente ante los cambios.

5 comentarios:

  1. Brillamente expuesto, Juanjo.

    Efectivamente, la interrelación y comunicación con los alumnos en un hábitat que les resulta familiar (Si la montaña no viene a Mahoma...) es la verdadera fuerza de las redes sociales, por encima de las herramientas, que también son importantes, por supuesto.

    Para ir uno o dos pasos más allá, yo os animaría a los profesores que usais redes sociales para vuestras asignaturas, que intentáseis abrir la red a todo el centro. Lo importante es atraer la atención de los alumnos. Luego, los profesores se irán interesando poco a poco, completando los objetivos de una red social triangular con interes comunes de sus miembros. Incluso dependiendo del nivel, podría abrirse a los padres, adecuadamente identificados mediante una validación de sus direciones de correo.

    A mí en la Escuela de Teleco me ha funcionado muy bien.


    Para terminar, en cuanto a las herramientas que facilita, por ejemplo Ning, para gestionar grupos docentes, en mi opinión son más que suficientes para la mayoría de casos y situaciones y, muchas veces, sólo implica utilizar adecuadamente algún servicio externo de la Web 2.0 (como el caso de las hojas de cálculo de Google Docs que tan buenos resultados la está dando a Juanjo). Una aplicación que se echa en falta y que hemos empezado a desarrollar aquí en la Escuela de Teleco de Vigo (como Proyecto Fin de Carrera de un alumno) es una herramienta OpenSocial para crear y procesar cuestionarios.

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  2. Hola JJ, creo que muchos estamos cansados de cháchara tic-educativa por eso resulta tan reconfortante leer artículos como este donde se exponen experiencias reales.

    Gracias por compartir.

    Un abrazo.

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  3. Hola,

    Estoy creando una comunidad educativa, y tengo algunas cuestiones que seguro que vosotros conoceis. Quiero compartir un calendario (google calendar) y que los alumnos puedan modificar los eventos, des de ning y no que hayan de ir hasta google calendar para modificarlo.
    Sabeis como pudo copiar el código para que se pueda modificar.

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  4. Gracias Balhisay, se agradecen comentarios como los tuyos que ayudan a continuar

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  5. Hola Alex:

    Para que un usuario pueda modificar un calendario de Google tienes que compartirlo con él, dándole los permisos apropiados. El código que proporciona Google no permite modificarlo, para hacerlo cada usuario lo tiene que hacer desde su propio calendario. Yo lo que hago es poner justo encima del calendario un enlace a calendar.google.com de ese modo basta con pulsar ahí para poder modificarlo.

    Saludos

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